Alocasia Amazónica

Hermosa planta de colección de aspecto gótico y que te cautivará con la forma única de sus hojas de borde crespo y puntiagudo. De un verde oscuro intenso y nervaduras gruesas como marcadas con plumón. Sus hojas se hacen cada vez más grandes y destacarán entre tu colección. 

Familia: Araceae
Origen: Asia tropical

Luz:

• Intensidad: La Alocasia amazónica aprecia la luz brillante pero indirecta. Un lugar ideal es cerca de una ventana orientada al este o al oeste, donde reciba luz filtrada durante la mayor parte del día.
• Evita el sol directo: Los rayos solares directos pueden quemar las hojas, dejando manchas marrones y feas.

Riego:

• Frecuencia: El riego dependerá de la temperatura ambiente y la humedad. En general, es recomendable dejar que la capa superior del sustrato se seque ligeramente entre riegos, pero sin dejar que se seque por completo.
• Cantidad: Riega abundantemente hasta que el agua drene por los agujeros de la maceta. Evita el encharcamiento, ya que puede provocar pudrición de las raíces.
• Agua: Utiliza agua a temperatura ambiente y sin cloro.

Temperatura:

• Ideal: La temperatura ideal para la Alocasia amazónica oscila entre los 18°C y 25°C.
• Evita los cambios bruscos: No expongas tu planta a corrientes de aire frío ni a cambios bruscos de temperatura.

Humedad:

• Ambiente húmedo: La Alocasia amazónica es originaria de zonas tropicales, por lo que aprecia un ambiente húmedo.
• Cómo aumentarla: Puedes aumentar la humedad ambiental pulverizando las hojas regularmente con agua sin cloro, utilizando un humidificador o colocando la maceta sobre una bandeja piedras húmedas.
• Hojas limpias: Limpia regularmente las hojas con un paño húmedo para eliminar el polvo y permitir una mejor absorción de la humedad.

Sustrato:

• Tipo: Utiliza un sustrato bien drenado y rico en materia orgánica, como una mezcla de compost, humus,  perlita y corteza de pino.
• pH: El pH ideal del sustrato debe ser ligeramente ácido.

Consejos adicionales:

• Fertilizante: Aplica un fertilizante líquido balanceado cada 2-3 semanas durante la primavera y el verano.
• Poda: Elimina las hojas secas o dañadas para mantener un aspecto saludable.
• Observación: Observa tu planta regularmente para detectar cualquier signo de plagas o enfermedades.